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miércoles, 14 de junio de 2017

Bueno y malo

Se puede, según el diccionario, realizar una buena o mala acción, nacer con buena o mala estrella, comportarse de buena o mala fe, llevar buena o mala vida, tener buena o mala cabeza, buen o mal gusto, buena o mala mano, buena o mala sombra, buena o mala suerte...
De la misma manera se puede ser una buena alhaja o también una buena pieza, disfrutar de una buena mesa, ser portador de la buena nueva, beneficiarse de una buena paga, codearse con la buena sociedad, estar en buenas manos, recrearse con las buenas letras, convencer con buenas palabras, alcanzar buena muerte...
Es posible asimismo ser una mala pécora, y tener mala conciencia, o mala hostia, o mala idea, o mala leche, o mala lengua, o mala pata, o mala sangre, o mala uva, o mala voluntad, y verse obligado a aguantar las malas lenguas, y ser víctima de las malas artes, o de los malos tratos...
Y se puede en cualquier caso ser una persona buena o una buena persona, la última de las dos en el buen sentido de la palabra bueno y aunque el diccionario no lo recoja (sí recoge hombre bueno, el que actúa como mediador en los actos de conciliación o el que pertenecía al estado llano, y buen hombre, expresión, dice, para llamar o dirigirse a un desconocido).

No aparece en el diccionario, que desterró todos los refranes de sus páginas –y se contaban por miles– en la decimonovena edición, la del año 1970, pero algo tiene que ver con lo anterior este que sigue: Al mal tiempo, buenos libros.

Y hablando del diccionario, la de secretos que contiene y peligros que encierra. Por ejemplo: que el decoro está en el recodo, y que las coderas llevan los recados, y que las rebajas, si se les da la vuelta, son jarabes.
Y que a poco que una letra se descuide la alondra se vuelve una ladrona, y la gacela una acelga, y el molinero un limonero, y acatar se puede transformar en atacar, y febrero en un orfebre, y el guardia en una guarida...
Y en lo que quedarían convertidas algunas palabras si algún día sucumbieran a la tentación de desprenderse de la t: tacto, tajo, tálamo, talud, tarde, tortilla, tortuga, trama, treinta, trío, tronco, tropa, túnica... Y lo mismo atlas, bota, cetro, ciento, culto, entero, inmortal, intestino, libreta, rutina...


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