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miércoles, 23 de mayo de 2018

Diccionario de un leído de aldea


caballito. 1 Tiovivo. 2 ~del diablo. Insecto (véase libélula).
cabeza. 1 Además de los seres humanos y los animales, la tienen también los alfileres, los tornillos y los clavos, las vigas, los puentes y los ríos, las manifestaciones, los rebaños, la Iglesia (que es el papa), y puede asimismo ser cuadrada, rapada, de ajo, de chorlito, de partido judicial, de serie, de turco… Sin contar con que se puede agachar, bajar, doblar, calentar (voluntaria o involuntariamente, por culpa propia o ajena), dar con ella en las paredes, levantar, perder, romper (a otro o a uno mismo), sacar, sentar, tenerla buena o mala o a pájaros, torcer, volver, e incluso puede ocurrir que, en un descuido, se le suba algo sin que el interesado se percate. 2 De la de chorlito, y refiriéndose a su dueño, ¿podrá decirse también alguna vez que la tiene a pájaros? 3 Parte del cuerpo a la que obedecen todas las demás.
cabra. ¿Quién fue primero, la cabra o el diccionario? Dicho de otra manera, ¿la cabra está loca porque lo dice el diccionario o este lo dice porque aquella lo está?
cadena. Las cadenas –todas, incluidas las de la amistad, la familia y el amor– se rompen siempre por el eslabón más débil.
café. El aroma de la civilización.
cagar. Toda la vida procurando taparla por creer que era lo más fino y educado, y… “está que te cagas”, van diciendo por ahí estos mozalbetes de ahora con inocente desenvoltura.
calambur. Aparte del ejemplo que se pone siempre (hasta en el DRAE) de plátano es/plata no es, este otro: ¡Qué lástima que no se lastima cuando las tima!
caleidoscopio. Ninguno tan variado, sorprendente y colorido como el que se forma en el firmamento de los párpados cuando uno se tapa los ojos con las manos, como hacen los niños que juegan a eso, a hacer caleidoscopios, y ven llamaradas de limones, fuegos de lumbre, pétalos y hojas flotando en el aire, monedas de oro y cobre, nubes de atardeceres, naranjas y manzanas amontonadas en el suelo, hayedos en otoño, brasas, crestas de gallo, estrellas que se apagan y se encienden, temblorosas luces y amapolas estrujadas… 
callado, da. La persona callada es, siempre, la única que tiene algo que decir.
calle. 1 Antes tan reposado y sedentario y luego una tristeza mal curada que le trajo hasta aquí por la calle de la amargura. 2 Qué triste, una calle callada.
camello. Que se sepa, solo ha habido un camello que intentara pasar por el ojo de una aguja. Fue hace casi dos mil años, y su sombra aún vaga errante desde entonces por el desierto. (Véase aguja.)
camelo. No llega ni a caramelo, por eso es lo que es.
caminar. Por el monte, solo, en amistad con el silencio.
camino. 1 ¿Algún camino sabe adónde va? 2 Más viejo que un camino. 3 Y qué pronto se hacen viejos los caminos por los que no pasa nadie. 4 Pocas personas habrá que puedan presumir de haber estrenado un camino. 5 Los caminos que cosen el campo.
campana. 1 Residen en el campanario y tocan por alto, a misa, al rosario, a quema, a muerto, a hacendera y a concejo (véase este último). 2 Una anciana, que se vio obligada a dejar su casa al quedar anegado por las aguas de un pantano el pueblo en el que había nacido y vivido toda su vida, se lamentaba quejumbrosa quince años después del forzoso destierro con estas palabras: “Aún sigo oyendo todas las noches las campanas de mi pueblo”.  3 "La propiedad de las campanas es que llaman a todos para que vengan a misa, y ellas nunca entran en la iglesia" (Antonio de Guevara).
campesino, na. Nada más descorazonador que oír decir a un hombre o mujer del campo: “Para mañana han dado descenso de las temperaturas”.
campo. 1 Extensa zona de terreno sin edificar. 2 Max Jacob respondió así, entre estupefacto y aterrado, a una invitación para pasar un fin de semana en el campo: “¿El campo, ese horrible lugar donde los pollos se pasean crudos?”.  3 El campo solo les gusta a los tímidos.
cantarín, na. Y saltarín/na,  parlanchín/na…, palabras familiares pronunciadas con simpatía y afecto siempre; y cómo la gracia de ese sufijo que llevan puesto transforma unos verbos formularios y graves en adjetivos alegres y despreocupados.   
cántaro. Ningún miedo comparable al del cántaro cuando va a la fuente.
capricho. El de algunos relojes de sol, que solo marcan las horas serenas y apacibles: “Horas non numero nisi serenas”, advierten, en latín para que nadie se llame a engaño.
cara. 1 Viene aún en el diccionario y se decía mucho antes: cara de viernes, para referirse a la macilenta y triste, acaso porque gran parte de los viernes el año eran días de ayuno o de abstinencia, o de las dos cosas a la vez. Hoy esa cara correspondería más bien a la de los lunes, por las secuelas (anímicas y corporales) del fin de semana y la melancolía de volver a trabajar. 2 La cara, el libro abierto de la vida de cada cual. 
cariacontecido, da. Dícese de aquel en cuya cara se lee lo que le acaba de acontecer.
caricia. Las caricias arrugan las manos, de ahí que las de los campesinos y pastores sean las más ásperas.
casa. Soy incapaz de imaginar, y lo he intentado muchas veces, una casa sin ventanas.
cáscara. La máscara con que se cubren algunos frutos y semillas (véase máscara).
catadura. Adviértase la errata en la tercera letra cuando se aplica al individuo que, aun llevándola bien adjetivada por delante, merece en realidad esa otra palabra resultante.
     
                                           


1 comentario:

  1. Es posible David que el autor del diccionario fuera de campo y se encontrara con cabras y avenas locas, lo de los pollos sólo se refleja en el diccionario de Max Jacob.

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