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miércoles, 1 de abril de 2020

Diccionario de un leído de aldea


I
ideal. Cultivar un huerto, y que los ángeles unzan la yunta y nos lo aren, como a san Isidro, mientras uno lee a la sombra.
idealista. “Un idealista es un hombre que, partiendo de que una rosa huele mejor que una col, deduce que una sopa de rosas tendrá también mejor sabor”. (E. Hemingway)
ilusión. 1 En nuestro tiempo, los niños la pierden cada vez más temprano; a los jóvenes, en cambio, apenas se les brinda esa oportunidad (no se pierde lo que no se tiene). 2 Y las ilusiones perdidas, ¿qué habrá sido de ellas?
imagen. Como la piedra desprendida de la cima de la montaña va al fondo del valle, donde encuentra reposo, así también…
improperio. Los que se lanzan como si fueran lanzas.
infancia. 1 En la infancia se es feliz por dos motivos: o porque se espera seguir siéndolo, o porque se sueña con serlo algún día. 2 Véase paraíso.
infusa. ciencia ~. Para la teología, el conocimiento recibido directamente de Dios; para los que no llegan tan alto, saber no adquirido mediante el estudio. Tengan razón la primera o los segundos, a todos nos habría gustado, en especial en la edad adolescente cuando teníamos que vérnoslas con los libros, que hubiera bajado del cielo como el maná de los israelitas en el desierto y se hubiera posado sobre nuestras cabezas y hubiera entrado siquiera un rato a alumbrar un poco nuestro entendimiento. 
intelectual. 1 Encargado de redimir a la clase obrera (véase clase). 2 Enemigo público de la televisión. 3 Personaje por lo general vanidoso, petulante, egocéntrico y alejado de la realidad (la cual, afortunadamente, suele ir siempre muy por delante de los rígidos esquemas mentales de todo aquel que pretende interpretarla).
invento. Alguien debería inventar una máquina que contara las palabras que uno ha dicho, y cuántas veces cada una. O un diccionario en el que, al abrirlo, apareciera, al lado de cada palabra, el número de veces que la hemos usado a lo largo de la vida. Así podríamos saber no solo cuáles han sido las más empleadas, sino también aquellas que, por las razones que sean, no hemos usado nunca. Periódicamente, una vez al mes por ejemplo, sería conveniente hacer una especie de estadística o recuento parcial, y repetir la misma operación al término de un año. Tendríamos ocasión así de verificar que son muchísimas más las que sistemáticamente relegamos que aquellas a las que, con mayor o menor asiduidad, recurrimos, y que son miles y miles las que se pasan meses y años sin que nadie se acuerde de su existencia. Y entonces a lo mejor, solo por compasión, nos proponemos hacer todo lo posible por sacarlas de esa vida tan aburrida que llevan en los diccionarios y airearlas un poco.    
ironía. Hay quien opina que a partir de los cincuenta años deja de cotizarse como un valor moral y literario.
isla. Nube de tierra (véase nube).
izquierda. ~de izquierdas. El que puede decir públicamente que lo es si quiere quedar bien (véase derecha).

J
jaculatoria. Larga y estrecha como una jaculatoria, que dijera el tío Patricio de una su tierra de labranza que sembraba las más de las veces de trigo trechel (también llamado marzal).
jarabe. Los jarabes, si se revuelven, son rebajas.
jubilado, da. 1 Suena ya tan mal como cuñado o cuñada: mejor decir retirado o retirada. 2 Muchos, al adquirir esta condición, ven que se les acaba el tiempo y quieren vivir lo no vivido hasta entonces.
juicio. “Nadie en su sano juicio…”, decimos, pero, ¿a qué adjetivo podríamos acudir  para expresar justamente lo contrario de sano: enfermizo, dañado, decaído…? 
jurisconsulto, ta. Por otro nombre abogado, persona que estudia, interpreta y profesa la ciencia del derecho; jurisperito, jurisprudente.

1 comentario:

  1. Así como el tío Patricio sembraba el trigo trechel en la su tierra, el tío Cástor era forofo del trigo mocho. He sabido no hace mucho que este tipo de trigo ha tenído éxito hasta en el Sinaí.

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