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lunes, 27 de marzo de 2017

Mudanzas de cocina

De las cocinas de las casas de los pueblos, me refiero, de las mudanzas que en ellas ha habido en los últimos años, y mencionaré aquí únicamente lo que se refiere al mobiliario, o, mejor dicho, a los útiles y enseres, muchos de los cuales perviven solo, ellos y sus nombres, en la memoria de quienes aún los usaron. Estos, por ejemplo:
la alacena, con estantes y empotrada en la pared, donde se guardaban los platos, tazas, pocillos...;
el almirez de bronce para machacar los ingredientes;
la artesa en que se amasaba el pan antes de cocerlo en el horno;
el azafate, canastilla para los útiles de costura;
el badil, paleta de hierro para mover y escarbar la lumbre, recoger la ceniza, etc.;
el balde, cubo de cinc con asa para recoger agua, llevar la ropa a lavar al río, etc.;
el barreño, vasija de barro o metal, sin asas, más ancha por la boca que por el asiento;
el barril, vasija de barro, de gran vientre y cuello muy estrecho, como el botijo, para guardar y beber el agua;
el candil, con su recipiente de aceite en el que se empapaba la torcida o mecha, y el gancho para colgarlo;
el cántaro, vasija grande de barro, estrecha de boca y por el pie, ancha por la barriga y con una o dos asas;
el escaño, banco de madera con respaldo;
el odre para elaborar la manteca;
la pota, recipiente de porcelana, más hondo que ancho, con tapadera y un asa lateral;
el pote, vasija de hierro, redonda y panzuda, con dos asas pequeñas a los lados y tres patas;
el pregancín o las pregancias, cadena y gancho de hierro para colgar los calderos sobre el fuego de la lumbre;
el puchero de barro, más hondo que ancho, con un asa lateral;
el tanque, recipiente cilíndrico de latón, con un asa, utilizado para llevar agua o leche;
la tartera, cazuela de barro;
las tenazas, instrumento de metal para arrastrar la leña y escarbar en la lumbre;
las trébedes, cerco de hierro con tres pies que sirve para poner al fuego sartenes u otros recipientes;
y las cocinas económicas de hierro que se pusieron de moda en los años sesenta del pasado siglo, y que se calentaban con leña o carbón.

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