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domingo, 20 de septiembre de 2015

El color de la rosa

Según una antigua tradición, recogida en el comentario al Talmud de Babilonia (siglos III-V), los ángeles se encargaban de ponerles nombres a las cosas nuevas que Dios iba creando. Ya estaba hecha la primera flor, de color blanco, pero un día Dios se entretuvo en formar otra con hilos de seda, y un ángel, cuando la vio acabada, la llamó rosa. Entonces la flor recién nacida, al oírlo, tomó ese nombre por tan gran cumplido y alabanza que se ruborizó, y por eso se sabe que las primeras rosas fueron rojas.


Para los poetas, en cambio, la primera rosa roja floreció el día en que un ruiseñor enamorado, que se había posado en un rosal para cantar, viendo que aquella a la que iban dirigidas sus notas no le respondía, se restregó contra una espina hasta que brotó de su cuerpecillo una gota de sangre.

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