Tal
día como mañana, 28 de octubre, pero del año 1999, murió en El Puerto de Santa
María (Cádiz), donde había nacido en 1902, el poeta Rafael Alberti.
Con
su familia, se trasladó a Madrid en 1917, ciudad en la que en un
principio se dedicó a la pintura. En los años de la república participó
activamente en la vida política, y lo mismo durante la guerra civil del 36. En 1939 se exilió, primero en Argentina hasta 1962,
y luego en Roma hasta 1977, año en que
regresó a España.
Suelen
distinguirse dos etapas bien diferenciadas en su obra, cuya
característica principal acaso sea la variedad de estilos y temas: una primera, popular y vanguardista; y una segunda, a partir de los
años de la República (1931), de poesía civil y comprometida, al servicio de sus
ideas políticas. A estas podría añadirse una tercera, la del exilio, de
carácter más heterogéneo.
Como
libros principales pueden destacarse los siguientes:
.Marinero
en tierra (1924), cuyo tema central es la nostalgia del mar gaditano de su
infancia. Predominan las estrofas breves de raíz popular, junto con algunos
sonetos.
Si mi voz muriera en tierra,
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!
.Sobre
los ángeles (1929), expresión de una profunda crisis espiritual sufrida por
el poeta en aquella época. Valiéndose de las
técnicas surrealistas –las imágenes visionarias sobre todo–, se sirve de
extraños ángeles para personificar sus sentimientos de desesperanza, dolor,
tristeza...
Los ángeles muertos
Buscad, buscadlos:
en el insomnio de las cañerías
olvidadas,
en los cauces interrumpidos por el
silencio de las basuras.
No lejos de los charcos incapaces de
guardar una nube,
unos ojos perdidos,
una sortija rota
o una estrella pisoteada.
Porque yo los he visto:
en esos escombros momentáneos que
aparecen en las neblinas.
Porque yo los he tocado:
en el destierro de un ladrillo
difunto,
venido a la nada desde una torre o
un carro.
Nunca más allá de las chimeneas que
se derrumban
ni de esas hojas tenaces que se
estampan en los zapatos [...]
.El
poeta en la calle (1931-1936), De un momento a otro (1932-1938) y Entre
el clavel y la espada (1939-1940) conforman la etapa de su "poesía
civil" al servicio de la causa republicana, sobre temas sociales, a veces
con un carácter meramente propagandístico de sus ideas políticas. Al primero de
los tres libros pertenece el célebre (y extraño, casi enigmático) poema
siguiente, que tiene como protagonista a una misteriosa paloma:
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche, la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)
Ya
en el exilio, escribió A la pintura (1945), sobre temas y obras de
pintores famosos y Retornos de lo vivo lejano (1952), evocaciones
nostálgicas del pasado y de la patria lejana.