Seguidores

martes, 20 de octubre de 2015

En el diccionario: posibilidades del ser

De cualquier persona, hombre o mujer, y dependiendo de lo que cada cual quiera resaltar de ella, alguna virtud o cualidad, o, por el contrario, su lado menos amable o determinada ruindad, se puede decir, según el diccionario, lo que sigue: que es un alma de Dios, un santo varón, un bendito o una bendita, un trozo (o pedazo, o cacho) de pan, un alma de cántaro, un ángel, un demonio, un pobre diablo, una buena pieza, una buena alhaja, una mosquita muerta, un mal bicho, un bicho raro (o simplemente un bicho), una sabandija, un cardo, una mala pécora, una rémora, un hueso duro de roer, un gallina, un gallito, un lince, una hormiga, un zángano o una zángana, un pez gordo, un hombre de paja, un alcornoque, un ciruelo, un adoquín, un cabeza cuadrada, un cabeza de chorlito, un ratón de biblioteca, un as, un vivalavirgen, un vivales, un bala perdida, un tonto o una tonta de capirote, un don nadie, un cero a la izquierda, el último mono...
También se puede ser de lo que no hay, o de armas tomar, o un alma en pena, o pobre de espíritu, o cabeza de turco, o chivo expiatorio, o carne de cañón, o la oveja negra, o el garbanzo del mismo color, o perro viejo, o pájaro de mal agüero, o culo de mal asiento, o cerrado de mollera, o ligero de cascos, o chapado a la antigua, o de buena pasta, o de la cáscara amarga, o la carabina de Ambrosio, o mano de obra, o la mano derecha de alguien, o más chulo que un ocho, o más feo que Picio, o más listo que el hambre (y que Lepe), o más tonto que Perico el de los palotes, o más viejo que Matusalén...
Y también, no ser trigo limpio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario