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miércoles, 27 de enero de 2016

Eufemismos

Primero fue criada, y también doncella (criada que sirve cerca de la señora) o azafata (criada de la reina), luego sirvienta, y ahora es subalterna, o empleada de hogar.
Los porteros y porteras de toda la vida han ascendido a conserjes o empleados y empleadas de fincas urbanas.
Los ciegos de antes son ahora invidentes; los locos, enfermos mentales; los feos, poco agraciados; los gordos, obesos, o con sobrepeso (y los inválidos, minusválidos).
Se acabaron los viejos, que ahora son mayores o ancianos (lato sensu, jubilados), y los pobres, que se han transformado en desfavorecidos o en personas en riesgo de exclusión social.
Y otro tanto ha ocurrido con los asilos, que se han convertido en residencias, las cárceles o prisiones, que han devenido en centros de readaptación social o instituciones correccionales o establecimientos penitenciarios donde se albergan internos, no presos, y los manicomios, un tiempo clínicas mentales y actualmente centros de salud mental (y las inyecciones ya no las ponen los practicantes, sino las enfermeras, en época no lejana ateeses o ATS).
Tampoco hay ya vejez, solo esa cursilería de la tercera edad.
Pasaron a la historia el retrete, el urinario, la letrina, el mingitorio, el excusado, el inodoro y hasta el water –váter en el diccionario de la RAE–, sustituidos por el aseo, el servicio, el lavabo, el baño o el cuarto de baño. (Y en consonancia, el ser humano hace sus necesidades en general o defeca u orina o hace pis y pipí o va al servicio, pero no recurre nunca a esos otros verbos de cuyo nombre ya nadie quiere acordarse.)
Por no hablar del cese temporal de convivencia (separación o divorcio), de la disfunción eréctil (impotencia), de los residuos sólidos urbanos (basura), del tráfico de influencias (soborno), de los daños colaterales (muertes de civiles), del crecimiento negativo (pérdidas), del promotor de ventas (vendedor), de la regulación de plantilla o reajuste de personal (despidos) y del reajuste de precios (subida de los mismos).
Y en las escuelas no se ponen deberes sino actividades extraescolares o extracurriculares, los suspensos se han sustituido por no aptos y al recreo en el patio se le quiere llamar segmento de ocio en el área de integración.

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