
En
el poema siguiente, de marcado tono pacifista y desesperanzado, compuesto en 1919 en memoria de
un piloto amigo suyo que había muerto en combate durante la Primera Guerra
Mundial, Yeats sugiere que la voluntad individual está por encima de cualquier
otra consideración, por muy alta que sea esta, como el deber patriótico o el afán
de gloria: "Kiltartan Cross, esa es mi patria" (Kiltartan Cross, al
oeste de Irlanda, era el lugar donde residía por entonces el poeta).
Un aviador irlandés prevé su muerte
Me encontrará la muerte
un
día acá en lo alto.
Los
que combato, yo no los odio;
los
que defiendo, yo no los amo.
Kiltartan Cross, esa es mi patria.
Los
míos son aquellas pobres gentes.
Que
ganen unos, a ellos ¿qué les va?
Que
ganen otros, a ellos ¿qué les viene?
No lucho
por deber, por ley, por un caudillo,
ni
tras gloria y clamor de multitudes.
Un
solitario impulso de delicia
me
trajo a este tumulto entre las nubes.
Y
todo lo medí, lo pensé todo:
vi
el porvenir, y era un vivir estéril,
y
un estéril vivir eran los años ya pasados,
ante una vida, ante esta muerte.
(Traducción de Dámaso Alonso)
El 29 de enero de 1860 nacía en Taganrog (Rusia) Antón
Chéjov, que moriría a los 44 años, en 1904, en Alemania. Empezó a escribir para ganarse la vida mientras
estudiaba medicina, y hoy se le considera uno de los maestros indiscutibles del
relato breve.

Amigo profesor, asisto a tus clases con una frecuencia de tres dias por semana, y después de la última, viernes 29, me he puesto a buscar algún libro de Chejov, escondido en la estantería y con la parte superior del mismo tostada, no sé si del sol o del tiempo creo más bien de lo segundo, quizá 40 años sin abrir, gracias a tu comentario saldrá otra vez a la vida.
ResponderEliminarChéjov nunca defrauda, por eso tiene tantos lectores.
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