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miércoles, 24 de febrero de 2016

En el diccionario

El diccionario está lleno de ingeniosas y muy expresivas exageraciones (lo que las filólogas y los filólogos llaman hipérboles). Todas son preciosas, por lo que se agradece siempre encontrarse con alguna de ellas en cualquier paseo que se dé por sus páginas Con estas, por ejemplo, que hacen alusión a distintas partes del cuerpo humano:
perder la cabeza, hablar por los codos, comerse a alguien con los ojos, subírsele a uno los humos a la cabeza, costar un ojo de la cara, caérsele a uno el alma a los pies, tener algo (una palabra, un recuerdo…) en la punta de la lengua, hablar con el corazón en la mano, entrar algo por los ojos, hacérsele a uno la boca agua, quedarse con un palmo de narices, hacer de tripas corazón, hinchársele a uno las narices, echar sapos y culebras por la boca, poner la mano en el fuego por alguien, darse con un canto en los dientes, tirar de la lengua, no tener pelos en la lengua, ponérsele a alguien una cosa en las narices, andar con cien ojos, costar un riñón o un ojo de la cara, liarse la manta a la cabeza, quedarse o dejar a alguien con un palmo de narices, tener algo entre ceja y ceja, ser uña y carne, subirse a las barbas de otro, dormir con los ojos abiertos...

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