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lunes, 21 de marzo de 2016

Los gorriones son noticia

"Cuando a un viajero que conocía muchos continentes le preguntaron qué le sorprendía más del mundo, contestó: la omnipresencia de los gorriones".
Así lo refiere Adam Zagajewski en su novela En la belleza ajena, pero leo en el periódico (El País, 18 de marzo) que la contaminación, el tráfico, la falta de zonas verdes y el avance imparable de especies invasoras, particularmente las cotorras argentinas, los están expulsando de las ciudades europeas: "El 63% de los gorriones de Europa ha desaparecido", asevera con precisión científica el titular de la noticia.
Por lo visto, estos pájaros, que han sido desde tiempo inmemorial fieles compañeros del ser humano sin que este mostrase nunca por ellos demasiada estima y consideración no es vistoso su plumaje, ni destacan por la armonía de su canto, ni pueden presumir de cualquiera otra prenda o cualidad–, no soportan vivir solos en lugares abandonados. Y tanto es el apego que sienten por sus antiquísimos vecinos que si estos abandonan un pueblo ellos se van también, y lo mismo ocurre en los barrios de las ciudades que quedan deshabitados.
En el Reino Unido se perdieron diez millones de ejemplares en una década, la de 1970-1980, y en las grandes ciudades, como Londres, por ejemplo, prácticamente han desaparecido.
En el caso de España, se habla de una reducción de ocho millones en los últimos diez años, lo que, para los biólogos, constituye un dato de "despoblamiento salvaje".
La creciente dificultad para construir sus nidos, aseguran también los expertos, contribuye a tan triste hecho. Los gorriones los han hecho siempre en los huecos de los edificios, cuanto más viejos mejor, o en las ramas de los árboles, también mejores cuanto más viejas, pero ¿dónde encontrarán ahora esas ramas, y, sobre todo, en qué agujero de los modernos edificios de hormigón o acristalados podrán escarbar con el pico para cobijar allí a sus crías?
Nada bueno, en cualquier caso, dice de nosotros ni del mundo que los gorriones –o los pardales, como se les llama en muchos sitios– salgan en los periódicos..., y cómo no va a tardar en venir la primavera con noticias así.

1 comentario:

  1. Hace algunos años los pájaros o pardales tenían mala prensa, se comían sin autorización el trigo de los sembrados, ahora la prensa y un muchacho conocedor de los gorriones, les dedican sendas noticias, espero que las lean.

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