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viernes, 13 de mayo de 2016

Aves y pájaros en la poesía española (y III)

Vienen luego el jilguero, y la alondra, y, llegando ya a mediados del siglo XIX, las golondrinas de Bécquer:

 Volverán las oscuras golondrinas
 en tu balcón sus nidos a colgar,
 y otra vez con el ala a sus cristales
             jugando llamarán […]

En los umbrales del XX se presenta el mirlo de Salvador Rueda:

 El mirlo se pone
 su levita negra,
 y por los faldones le asoman las patas
 de color de cera.

También el cisne de Rubén Darío, quien veía en la forma de su cuello el signo de interrogación que remite a las grandes preguntas de la existencia (¿de dónde venimos y adónde vamos?):

 ¿Qué signo haces, oh Cisne, con tu encorvado cuello
 al paso de los tristes y errantes soñadores?

Un cisne que se convirtió en símbolo del modernismo y al que, por eso mismo, no veían con buenos ojos los poetas jóvenes que vinieron después, como el mexicano Enrique González Martínez, que escribió lo que sigue:

 Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje
 que da su nota blanca al azul de la fuente;
 él pasea su gracia no más, pero no siente
 el alma de las cosas ni la voz del paisaje.

Antonio Machado canta a la lechuza:

 Sobre el olivar,
 se vio a la lechuza
 volar y volar...

Y Juan Ramón Jiménez al verderol:

 Verde verderol,
 ¡endulza la puesta del sol!

García Lorca entroniza en su Romancero gitano a la zumaya:

 Cómo canta la zumaya,
 ¡ay, cómo canta en el árbol!

Adriano del Valle se acuerda del cuclillo:

 El cuclillo tartamudo
 su canción tartamudea
 y de un árbol de tres hojas
 hace un rabel de tres cuerdas…

Y algunos de los que ya han aparecido y otros menos laureados o de menor prestigio lírico son invitados a volar juntos en el conocido poema de Rafael Alberti:

 Leñador,
 no tales el pino,
 que un hogar
 hay dormido en su copa.

 –Señora abubilla,
 señor gorrión,
 hermana mía calandria,
 sobrina del ruiseñor
 Ave sin cola,
 martín pescador,
 parado y triste alcaraván:

 ¡a volar,
 pajaritos,
 al mar!

1 comentario:

  1. Pescando en el Porma, y cuando la oscuridad comienza a tomar el río, la zumaya vuela de acá para allá sobre él. Maestro David, unas interesantes lecciones de poesía sobre aves y pájaros y el canto de los poetas.

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