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miércoles, 14 de septiembre de 2016

Efemérides literarias: Dante Alighieri

Dante Alighieri nació en Florencia en 1265 y murió en Rávena el 14 de septiembre de 1321.
Escribió sonetos y canciones dedicados a Beatrice (Beatriz), a la que conoció en 1274 y que se convirtió en el ideal espiritual y amoroso de su vida.
Su obra más importante es la Divina Comedia. Dante la tituló simplemente, siguiendo el sentido clásico del término, Comedia, por iniciarse con los horrores del Infierno y terminar felizmente en el Paraíso; pero a partir del siglo XVI se le añadió el adjetivo "divina", tanto por la religiosa grandiosidad del tema como por su belleza literaria.     
Fue escrita entre 1306 y 1320, en tercetos estrofa inventada por Dante, y consta de tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso. Cada una de estas tres partes está compuesta de 33 cantos y una introducción. El tema central es el destino de las almas después de la muerte.
En la primera parte, Dante recorre los nueve círculos concéntricos del Infierno guiado por Virgilio, que le va mostrando los horrores que allí sufren los condenados, personajes mitológicos o bien contemporáneos del mismo poeta, la mayoría enemigos suyos. En la segunda parte, también guiado por Virgilio, recorre las nueve gradas concéntricas del Purgatorio. Y en la tercera, guiado por Beatriz, recorre las nueve esferas celestiales del Paraíso.
La obra es en conjunto un poema alegórico que resume perfectamente los anhelos de la vida de Dante y de su época, con una singular fusión de cristianismo y clasicismo.

El Infierno de la Divina Comedia es un profundo abismo en forma cono invertido y hueco, situado en lo más hondo de la Tierra. El vértice de ese cono, en el que se halla Lucifer, coincide con el centro de la Tierra. La boca del Infierno se encuentra en una "selva oscura", tal como se especifica en los tres primeros versos: En mitad del camino de la vida / me hallé en el medio de una selva oscura / después de dar mi senda por perdida. En la entrada donde, pasada la puerta, puede leerse la terrible inscripción: "Dejad aquí toda esperanza los que entráis"  hay una especie de vestíbulo, que rodea al abismo, en el que se encuentran los indiferentes o pusilánimes, es decir, los que en vida no tomaron partido ni por el bien ni por el mal. A continuación, y tras haber atravesado un río subterráneo, el Aqueronte, se hallan los nueve círculos, que se van haciendo más estrechos cuanto más profundos. En cada uno de esos círculos penan los condenados, según haya sido la gravedad de su pecado: en el primero, el limbo, están los no bautizados; en el segundo, los lujuriosos; en el tercero, los glotones; en el cuarto, los avaros y derrochadores; en el quinto, los iracundos; en el sexto, los acusados de herejía; en el séptimo, los violentos; en el octavo, los fraudulentos (aduladores, seductores, estafadores, hipócritas, falsos profetas, ladrones...); en el noveno, los traidores... El círculo noveno, el de mayor suplicio, es un lago helado, y en él aparece Lucifer, representado como un monstruo con tres caras, cada una de un color: amarillo (la impotencia), negro (la ignorancia) y rojo (el odio).


El Purgatorio es una alta montaña formada por las tierras que desplazó Lucifer al caer en la tierra. Está rodeada de agua y tiene aproximadamente la forma de un cono, en cuya cumbre aplanada se encuentra el maravilloso jardín del Paraíso Terrenal. La entrada está custodiada por un ángel. El Purgatorio consta también de nueve círculos, en el último de los cuales, el del Paraíso Terrenal, desaparece Virgilio (que no podía entrar en él por no haber sido cristiano) y aparece Beatriz.

El Paraíso o reino de los cielos está asimismo formado por nueve círculos que, movidos por los ángeles, giran sin cesar alrededor de la Tierra. Los siete primeros coinciden con las esferas astronómicas: de la Luna, de Mercurio, de Venus, del Sol, de Marte, de Júpiter y de Saturno. El octavo es el cielo de las estrellas fijas, y  el noveno, el cielo cristalino o primer móvil, donde se encuentran los coros angélicos; por último aparece el Empíreo, que tiene forma de "cándida rosa", y es donde está Dios iluminando a los bienaventurados.

1 comentario:

  1. El infierno, a la vista del comentario da mucho juego, y si a esto añadimos las imágenes del cuadro de Jerónimo Bosch (el Bosco),detalle del infierno musical(tríptico de las delicias), pués no hay demasiada voluntad de asistir al concierto.

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