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viernes, 23 de septiembre de 2016

Otoño

Días de gloria del primer otoño, amarillos como un fulgor añejo.
Las tardes que recogen un tesoro envuelto en luz antes de despedirse.
Sonidos extinguidos del verano: sus ecos van y vienen por el aire.
Las nubes desfilando en escuadrones por un cielo que es de paso y es azul.
El sol que se pasea como un padre que repartiera su benevolencia.
Legiones de hojas desorientadas se ofrecen en limosna a los caminos.
Medio exhausta, la naturaleza se dispone a volver a casa pronto y vivir sosegada un largo tiempo.
Estampas de un clima civilizado, obsequio impagable de la lluvia, pregonan el carril de la costumbre.
Y el gusto por ponerse otra vez ropa y salir a la calle con paraguas, sentarse tranquilamente en un banco de la plaza y tratar de leer sin ira las últimas noticias del periódico.

1 comentario:

  1. Camille Pissarro, pintor impresionista(1830-1903), representó una parte de tu comentario en el cuadro:"Mañana de otoño en Eragny", en el cuadro no se vé llover,no hay paraguas ni bancos, y las iras no sabemos si existían.

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