Sobre gustos no hay nada escrito, dicen, pero ahí va una
selección –personal y subjetiva como todas- de algunos de los comienzos de novela
que, en mi periplo lector, me han parecido más originales, o más sugestivos, o
más sorprendentes, o más reveladores, o más completos y redondos desde el punto
de vista literario.
Son once en total, como el número de jugadores de un
equipo de fútbol, y, en cierto modo, podría decirse que fuera esta la
alineación titular. Los presento a continuación, pero no por el lugar que
ocupan en el campo –ni siquiera el literario- sino por estricto orden
cronológico:
1 En un lugar de la Mancha, de
cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los
de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. (Miguel de Cervantes,
Don Quijote de la Mancha, 1605)
2 ¿Cómo se conocieron? Por azar, como todo el mundo.
¿Cómo se llamaban? ¿Qué os importa? ¿De dónde venían? Del sitio más cercano.
¿Adónde iban? ¿Sabemos acaso adónde vamos? ¿Qué decían? El amo no decía nada; y
Jacques decía que su capitán decía que todo cuanto de bueno y malo nos acontece
aquí abajo, escrito estaba allí arriba.
(Denis Diderot, Jacques
el fatalista, 1796)
3 Si llegaré a ser el héroe de mi propia vida u otro
ocupará ese lugar, lo mostrarán estas páginas. Para comenzar por el principio
el relato de mi vida, diré que nací (según me contaron y así lo creo) un
viernes, a las doce de la noche. Un detalle que no pasó inadvertido fue que el reloj
empezase a sonar y yo a llorar al mismo tiempo.
(Charles Dickens, David
Copperfield, 1850)
4 Llamadme Ismael.
(Herman Melville, Moby
Dick, 1851)
5 Todas las familias felices se parecen unas a otras;
pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada.
(León Tolstói, Ana
Karenina, 1877)
6 Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño
intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto.
(Franz Kafka, La
metamorfosis, 1915)
7 Solo los jóvenes conocen momentos semejantes. No quiero
decir los muy jóvenes, no, pues estos, a decir verdad, no tienen momentos.
Vivir más allá de sus días, en esa magnífica continuidad de esperanza que
ignora toda pausa y toda introspección, es el privilegio de la primera
juventud.
(Joseph Conrad, La
línea de sombra, 1915)
8
La nuestra es esencialmente una época trágica, así que nos negamos a tomarla
por lo trágico. El cataclismo se ha producido, estamos entre las ruinas,
comenzamos a construir hábitats diminutos, a tener nuevas esperanzas
insignificantes. Un trabajo no poco agobiante: no hay un camino suave hacia el
futuro, pero le buscamos las vueltas o nos abrimos paso entre los obstáculos.
Hay que seguir viviendo a pesar de todos los firmamentos que se hayan
desplomado.
(D. H. Lawrence, El
amante de lady Chatterley, 1928)
9 La cosa empezó así. Yo nunca había dicho nada. Nada.
(Louis-Ferdinand Céline, Viaje al fin de la noche, 1932)
10 Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un
telegrama del asilo: “Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias”.
Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer.
(Albert Camus, El
extranjero, 1942)
11 Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi
padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a
verlo en cuanto ella muriera.
(Juan Rulfo, Pedro
Páramo, 1955)

Hace
unos años -no importa cuánto hace exactamente-, teniendo poco o ningún dinero
en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me
iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la
circulación. Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que
en mi alma hay un nuevo noviembre húmedo y lluvioso; cada vez que me encuentro
parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente, cada vez
que la hipocondría me domina de tal modo que hace falta un recio principio
moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar
metódicamente el sombrero a los transeúntes, entonces, entiendo que es más que
hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda.
¡Un once de Champions, sin duda! Pero me da a mí que el público está ansioso por conocer el nombre de los suplentes... :)
ResponderEliminarTremendo. Me sumo a la petición de Daniel o bien a conocer la alineación del rival.
ResponderEliminarPróximamente, la selección B y los suplentes
ResponderEliminarPróximamente, la selección B y los suplentes
ResponderEliminarA los titulares del equipo no he tenido la suerte de conocerles, sí os puedo hablar del seleccionador.
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